Pues sí. Aquella sensación maravillosa llegó. En otros países del hemisferio norte todavía abunda el frío; los pajaritos cantan (la vieja se levanta) entre capullos que comienzan a armarse de valor para hacerle frente al clima y clavar el estandarte de la nueva estación. Otros países gozan de temperaturas más cálidas; toda clase de animalitos retoza en el verde y ríe bajo la lluvia de pétalos exhuberante que grita a todo pulmón clorofílico "¡Primavera!". En Hong Kong no. Casi no hay verde. Si cantan los pájaros es porque están tosiendo gracias al smog o porque están intentando respirar con trinos forzados en un aire tan cargado de humedad que los peces podrían perfectamente hacer su vida en tierra firme.
Ayer prendí el aire acondicionado por primera (y segunda) vez en cinco meses. Calentamiento global, apiádate de nosotros por favor. Mi cuenta eléctrica te lo agradecerá.
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A la luz.