martes, 23 de febrero de 2010

Cheung Chau


Cheung Chau, o "Isla Larga". Una pequeña porción de tierra a cuarenta minutos en ferry de Hong Kong. Los 2,45 kilómetros cuadrados albergan a 23.000 habitantes, quienes viven del turismo y la pesca.

Antes de comenzar a caminar y recorrer, paramos un poco a jugar con al parecer un producto típico chino: pompitas de látex. Si mal no recuerdo, alguna vez tuve en mis manos uno de esos tubitos de aluminio con la tóxica sustancia cuando era un niño, pero ya van más de 15 años que no veía este producto.

No sé cuánto rato habremos estando soplando burbujas, pero acaparamos miradas de los curiosos isleños y uno que otro turista.

La gracia de estas pompas es que la 'cáscara' no se desvanece en el aire cuando se revienta; simplemente se desinfla como un globo normal. Sólo que es algo más transparente, y algo más tóxico. Fue como jugar con tolueno. Jajaja.

Me gusta creer que estas gallinas estaban en la parte de atrás de un restaurant. Sería un poco perturbador el pensar que servían de adorno para alguna casa.

¡En fin! Arrendamos un triciclo (me tocó a mí conducir) y recorrimos un poco la isla. Lo amarramos a un poste y comenzamos a caminar cerro arriba, y llegamos a un mirador. Se podía ver la isla de Hong Kong a lo lejos.

Si bien era pleno invierno, los veinticinco grados con noventa por ciento de humedad hicieron de la caminata una calurosa experiencia. No quiero ni imaginar cómo debe ser venir a ese lugar en pleno verano.

Un barco chiquitito jugando a ser pirata.

Al ser uno de los rubros de la isla la pesca, son expertos en lo que se refiere a comida del mar. Estas almejas estaban temiblemente buenas; la salsa en base a ajo y otros condimentos había penetrado hasta el último milímetro de carne de los moluscos, y casi se derretían dentro de la boca. Esta es la principal razón por la que quiero volver a ir.

Camarones mantis.

Llegamos como a eso del mediodía, y nos quedamos hasta las cinco de la tarde. Fue un paseo corto, pero bien aprovechado. Por lo que vi, en Hong Kong el puerto está lleno de barcos que van a distintas islas, así que uno de estos fines de semana me embarcaré a alguna otra localidad para seguir conociendo.


3 comentarios:

  1. Querido Bruno:
    Me gusta mucho seguir tu blog porque aparte que nos une el cariños,cuando lo leo es como si estuviera ahí contigo.
    Es muy entretenido ver las fotos de comida,es impresionante la variedad de animales que usan para este fin ¿Alguna vez has visto algo parecido o remotamente parecido a la comida china que comemos acá en Chile, como los wantan, el arrollado de marisco,etc? Seguramente esto te lo han preguntado miles de veces pero no me aguanté....
    Es muy complicado para tí aprender el idioma, es especialmente más difícil que otras lenguas?
    Me encantaría poder visitarte algún día y disfrutar del paisaje ,de la gente y de la comida y sobretodo disfrutar de tu compañía.
    Te mando un gran abrazo y hartos cariños.
    Tu madrina Teruca

    ResponderEliminar
  2. ahijadito, averigua como se hacen las almejas.

    ResponderEliminar