Dentro de las Glasshouse Mountains, una pequeña cordillera salpicada al norte de estado, el monte Beerwah es el más alto, con una exhorbitante elevación de 556 metros por sobre el nivel del mar. Normalmente se puede escalar, pero una vez allá descubrimos que estaba cerrado hasta nuevo aviso por "remodelación" de las rutas de ascenso. En cambio, hicimos unas bonitas (y algo embarradas) caminatas por los deslindes del cerro y sus alrededores, a lo largo de extensas plantaciones de nueces de macadamia y bosques nativos. Esto de hacer caminatas en invierno es fantástico, no sólo el sudor se limita a unos pocos mililitros (en vez de litros, en verano), sino que además prácticamente no hay insectos. En primavera, verano y parte del otoño todos estos parajes son hervideros de todo tipo de bicharracos, por lo que hay que ir bañado en cloro o, para sus efectos, repelente de insectos.
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Lindo morro.
ResponderEliminarTambém seria chamado a querer subir ele.
Nosso inverno esta frio demais e com muito trabalho....
Tua foto é um presente para os olhos e o espirito.
Agurado mais aventuras, ainda que falta comer aquele cocodrilo. :):)
Beijos de teu Pai
Tendré la consideración en el caso de ir hacerlo en invierno =P
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