lunes, 18 de enero de 2010

Vamos a atrapar, las frutitas del dragón...

Si bien se dice que vienen de Australia, es la primera vez que me topo con la fruta del dragón (o dragon fruit). Por supuesto, era mi misión probarla. 


La pobre fruta pasó como cuatro o cinco días sobre la mesa del comedor, pues me daba la idea de que todavía no estaba muy madura y además no tenía idea cómo comerla (y, como he aprendido estos días, eso puede ser crucial a la hora del sabor -y del bienestar gástrico posterior-). Finalmente, los papás de Angel fueron quienes me orientaron al respecto: abrirla y comerme lo de dentro.

El sabor era como comer un coco desabrido, sólo que un poco más blando y viscoso (y con pepas). Mi estómago me reclamó el resto de la tarde. Me pregunto si lo habré comido en buen momento. Seguramente voy a tener que probar las cosas dos veces para asegurarme haberlo hecho bien (pero la segunda será definitivamente bajo tutela de algún local o entendido en el tema). ¡Vivan las segundas oportunidades!

2 comentarios:

  1. Primera vez que veo esa frutaaaaaaa en fotos!!! (la habia visto solo en dibujos) jaajajajaja. Es linda... ojalá tenga mejor sabor la segunda vez. En un juego de facebook hacen un postre de eso, con kiwi y mango. =P

    Saludos
    Jechu

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