viernes, 24 de septiembre de 2010

Manjar

De existir en la realidad, este nuevo experimento me habría valido un empleo en la fábrica de chocolates de Willy Wonka. La receta original de manjar sureño que me dio la Coty ha trascendido fronteras y llegó a China para sufrir un extreme makeover. Té, cacao y uno que otro producto secreto me ensuciaron la cocina y me la dejaron entera pegajosa (es mi culpa, en todo caso, por ser un manitos de hacha para cocinar), pero debo confidenciar que mugí de placer cuando le unté el dedo al producto final. (Énfasis a 'mugí'.) ¡Y eso que mis estándares para los manjares son altísimos! No sólo este manjal me hizo redefinir mi concepción de lo que es dulce y bueno (con toda modestia), sino que además abrió todo un mundo de posibilidades para seguir mejorándolo y encontrando nuevas e inimaginables versiones. La cantidad de productos disponibles en el mercado de acá para hacer más dinámica esta sustancia son... vastos.
Ojalá la leche y la crema no fueran tan caras. Pero si efectivamente fueran más baratas, seguramente terminaría con diabetes en un par de meses. ¡Uf!

2 comentarios:

  1. mmmmm YAMI....SE VE DELICIOSO LO QUE COCINASTE....FELICITACIONESSSSSS, MENOS MAL QUE NO SACASTE LAS DOTES DE TU MADRE EN RELACION A LA COCINA. ESPERO QUE SIGAS DISFRUTANDO DE TU NUEVO HOGAR Y DE TU COCINA.
    ESTAN DANDO UNOS SIMPATICOS REPORTAJES SOBRE CHINA EN ESTOS DIAS, POR LA EXPO-SHANGHAI.....APARECERA LA DE UN CHILENO COCINANDO MANJAL?
    BESOS DE TU MADRE QUE TE QUIERE Y RECUERDA SIEMPRE

    ResponderEliminar
  2. SE ve exquisito ese manjar, me imagino que tratarás de comercializarlo entre tus amigos.Recuerda los calugones de manjar que venden en el peaje hacia el tunel lo prado, algunos son con nueces. Allá creo que no existe una cosa así.

    Un abrazo ahijadito

    ResponderEliminar